El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis con el objetivo de aumentar la concienciación y el conocimiento sobre una de las enfermedades con mayor impacto sanitario, social y económico. Un día como hoy, hace 140 años, Robert Koch descubría la bacteria causante de una enfermedad que ha acompañado al hombre a lo largo de su historia y que, actualmente es responsable de más de cuatro mil muertes diarias.
Una zoonosis, una salud
La tuberculosis es una zoonosis, una enfermedad infecciosa que puede transmitirse entre el hombre y los animales, y que está producida por un grupo de bacterias del género Mycobacterium denominado “complejo Mycobacterium tuberculosis”. En los países industrializados, gracias a las mejoras conseguidas en sanidad animal, salud pública y seguridad alimentaria, la transmisión de tuberculosis entre animales y personas ha quedado muy restringida a aquellos casos en los que existe un contacto muy estrecho con individuos infectados, quedando atrás los casos debidos al consumo de productos lácteos contaminados no sujetos a un tratamiento térmico adecuado. Aun así, y pese a que la tuberculosis en la especie humana se debe normalmente a la especie M. tuberculosis y, M. bovis se asocia con mayor frecuencia a la tuberculosis animal, las bacterias pueden traspasar la barrera hombre-animal, lo que hace de la tuberculosis un ejemplo perfecto para destacar la importancia del abordaje “One Health” (“Una Salud”) en los programas sanitarios dirigidos al control y erradicación de enfermedades.
Una ley de sanidad animal integradora
Hace casi un año que en Europa entró en vigor una nueva ley de sanidad animal (Reglamento EU 2016/429 y sus reglamentos delegados y de ejecución) que, adoptando este enfoque de Una Salud, permite mejorar la detección y el control temprano de las enfermedades transmisibles, marcando las prioridades en el control, prevención y erradicación de enfermedades como la tuberculosis animal. Entre otros aspectos, la ley establece las medidas para la vigilancia, el control y la erradicación de la enfermedad basadas en análisis, pruebas y diagnósticos de laboratorio de última generación, sólidos y fiables. Asimismo, la ley establece que el Laboratorio de Referencia Europeo (EU-RL) de Tuberculosis Bovina debe publicar en su página web todos los protocolos diagnósticos relacionados.
Vigilancia epidemiológica y seguridad diagnóstica: baluartes de la Red RISA
El control y la erradicación de la tuberculosis animal pasa por la correcta aplicación de los protocolos de diagnóstico y el mantenimiento de medidas de bioseguridad adecuadas en las explotaciones; solo así se conseguirá detectar todos los animales infectados en las granjas e impedir su interacción con otras posibles fuentes de tuberculosis, tales como los reservorios silvestres de la enfermedad, una de las principales razones de la persistencia de la enfermedad según apuntan los estudios epidemiológicos realizados por miembros de la red RISA.
La investigación en tuberculosis y su control son líneas prioritarias en varios de los miembros de la red:
Con todo esto nos unimos en este día para transmitir la necesidad urgente de invertir recursos para intensificar la lucha contra la tuberculosis; invertir en poner fin a la TB, salva vidas.
Autores:
Lucía de Juan1,2, Julio Álvarez1,2, Ana Balseiro3, Javier Bezos1,2, Gema Bru4, Joseba Garrido5, Sergio González1, Christian Gortázar6, Antonio Martínez-Murcia4,7, Bernat Pérez8, Beatriz Romero1,2
1. Centro VISAVET. Universidad Complutense de Madrid.
2. Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid.
3. Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de León.
4. Genetic Analysis Strategies S.L. (GPS).
5. Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER).
6. Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC). Universidad de Castilla La Mancha.
7. Universidad Miguel Hernández (UMH).
8. Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias. Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA).